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La contundente denuncia de corrupción, presentada por el Diputado Diosdado Cabello, en contra de 3 Diputados del partido Primero Justicia, el martes 5 de Febrero del año 2013, ha mostrado el rostro cínico de quienes se presentan como los paladines de la justicia y la profunda degradación humana, en la que esta inmerso ese sector de la oposición venezolana. Es una verdadera tragedia y demanda una profunda reflexión.
Los antecedentes históricos de este flagelo, se remontan a la conquista española, junto a la cual llegaron a esta apacibles tierras toda clase de delitos y con ello la impunidad de los mismos.
El principal delito que trajo consigo la colonia, fue el robo de todos los metales preciosos que se encontraban en estas tierras, así como los delitos de homicidio y violaciones a nuestras amadas aborígenes.
Se consideraba el conquistador con los derechos de robar, matar y saquear, en nombre de la civilización que debía llevar a cabo en los «pueblos bárbaros» conquistados y colocar a los pies del Rey el producto de tan heroica gesta.
Esta conducta fue heredada por la oligarquía y sus genuinos representantes. Bolivar, consciente de ello, decreta la pena de muerte para los saqueadores de la cosa publica, incluyendo a quienes debían castigar el accionar delictivo y no lo hicieren.
Cuando revisamos las razones por las cuales los denunciados tratan con banalidad el debate, huyendo hacia adelante y culpando a quienes les denunciamos, encontramos que; la impunidad de los delitos y la convicción que tienen los delincuentes de que no serán castigados, son la principal causa.
Aparece también la desviada concepción y practica de que la política es un oficio para hacerse de riquezas sin mayor esfuerzo.
Esto representa un desafío para la institucionalidad y en especial para el pueblo que aun ve en esos sectores una opción electoral.
Todos nos preguntamos, como pueden estos Diputados ante la contundencia de las pruebas mostradas, hacerse los desentendidos y tratar de escamotear la verdad.? Son irrefutables las pruebas.
Parte de la tragedia del mundo político opositor, es no asumir su responsabilidad y esto habla del grado de postración a la que han llegado, sin que hasta la fecha se vea la luz al final del túnel de este bochorno.
Han adoptado ante iguales circunstancias un doble discurso, si recordamos las declaraciones de Capriles, ante el contundente video que muestra a Caldera recibiendo un dinero bajo la promesa de » hablar con Henrique» donde lo destierra de su proyecto y el apoyo que le muestra a Mardo y Marcano, vemos la evidencia de un patético y corrupto modo de proceder ante iguales hechos.
Es una verdadera tragedia para el País , no poder contar con una oposición seria y responsable, capaz de asumir sus errores y lo que es mas peligroso, decir que; » si reciben contribuciones, pero hacen obra social» una confesión de los hechos y una evidencia de que apelan a la compra de conciencia de los mas necesitados a cambio de recibir el perdón popular, es decir una suerte de Robín Hood de la política venezolana. Ahora entendemos, como en el caso de Mardo, aparece entregando todo tipo de articulos y refracción de escuelas y canchas deportivas. Algo parecido vimos en políticos de otras latitudes, que legitimaban sus fechorías en nombre de la obra social. Una peligrosa practica que debe ser severamente sancionada.
La respuesta a las irrefutables pruebas, violan todo código ético y moral.
Los servidores públicos están sometidos a un régimen jurídico excepcional y deben responder por sus actos. No pueden apelar a la filantropía para justificar sus tropelías. Deben responder ante la justicia.
Por supuesto no faltan los des calificativos, para quienes tenemos el valor de denunciar la felonía y adecentar el ejercicio político en Venezuela.
La política es un apostolado de servicio al prójimo y demanda hombres probos que sepan que están sujetos el permanente escrutinio publico, sin que medie para ello la falsa filantropía y la manipulación de las carencias que puedan existir en la población.
El poder popular debe tomar la iniciativa y por vía de ley de Contraloría Social, acometer junto a los hombres y mujeres decentes de este País, una intensa cruzada contra toda forma de corrupción y emplazar a corruptos y corruptores al cumplimiento de las normas éticas y morales.
Venezuela en revolucion tiene por delante un inmenso reto en la lucha contra la corrupción, hasta liberarla de esta rémora colonial.
Saludos
Diputado José Rafael Avila.
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Programa de la Patria