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Primicias24.com (Opinión) – En días pasados la bancada revolucionaria en la Asamblea Nacional, aprobó un acuerdo en respaldo a la decisión del Presidente Nicolás Maduro de rechazar la utilización de la técnica del Fracking o fragmentación hidráulica, aplicada industrialmente e indiscriminadamente por EEUU, la cual consiste en inyectar a gran presión, agua con arena, y químicos en yacimientos de esquistos bituminosos para provocar su fisura y disolución.
El esquisto es una roca de color azulado, confirmada por hojuelas de grano fino, si metamorfismo alguno, fácil de fragmentar..
Esa fragmentación tiene efectos devastadores en el medio ambiente, pues ocasiona movimientos sísmicos y lo que es mas grave, la contaminación de acuíferos, afectando el subsuelo pues lo desea en condiciones irrecuperables, además de la contaminación por el uso de mas de 750 agentes químicos entre los cuales destacan; el acido hidroclorico y acético, la poliacrilamida, el metanos, el acido cítrico, el isapropanol entre otros. La aplicación de estas sustancias generan daños irreversibles y son agentes cancerígenos.
EEUU prevé con el uso de esta técnica ser el mayor productor de Petroleo crudo en el mundo, superando Arabia Saudita y para el 2030 un exportador neto. Todo esto con dos objetivos principales, desplazar a la OPEP y forzar precios bajos. Su objetivo principal es dejar de depender de Venezuela, atacar a la OPEP, Rusia y a Irán con el objetivo de atacar su principal fuente de ingresos para el desarrollo e impedir el crecimiento de estos paises.
Esta amenaza nos indica dos cosas; EEUU es capaz de destruir el planeta con tal de no cambiar su matriz de consumo energético y Venezuela debe acelerar la diversificación de la economía, para abandonar la alta dependencia Petrolera.
Por lo pronto debemos denunciar este ecocidio de magnitud continental y seguir diversificando nuestros mercados petroleros, mientras construimos nuestra absoluta independencia.
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