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Cuando un país es azotado por un evento natural ó un hecho sobrevenido, el acto reflejo de un ser racional, es la solidaridad, el socorro y la unidad nacional para superar la conmoción.
Como cosa ya nada extraña, el oposicionismo en Venezuela le da por juzgar y culpar a Chavez sin que medie nada, de hasta los designios naturales ó de un siniestro aún por determinar su origen; tal es el caso de las recientes tragedias de Cumanacoa y la explosión en la Refinería de Amuay en el Estado Falcón.
Es una actitud de un sadismo sin precedentes, que es acompasada y cruelmente amplificada por los medios privados de oposición. Allí no se destaca el pésame a los familiares, el valor de quienes enfrentaron los eventos en las primeras horas, el despliegue de voluntarios en las tareas de socorro, el funcionamiento de los sistemas que permitieron que no hubiesen sido de mayor gravedad los hechos, se oculta la coordinada acción de los distintos niveles de gobierno; no, allí de manera irresponsable se construyen argumentos para culpar a Chavez y al gobierno nacional de lo ocurrido, es un accionar irracional que solo explica el rostro inhumano y desnaturalizado del oposicionismo venezolano y sus medios.
Se han escuchados tesis como las siguientes: «eso es por falta de previsión y mantenimiento», «la responsabilidad política es de Chavez», «eso fue por que despidieron de Pdvsa a los que sabían».
En cuanto a la falta de mantenimiento, allí están los registros de las paradas programadas de planta en Amuay; decir que es responsabilidad política de Chavez lo sucedido, es un de cinismo y crueldad, cuando hasta ayer decían que estaba en lecho de muerte y saben que Chavez en cada circunstancia de estas, le mete los pies al barro y se pone al frente de las soluciones; en cuanto a los «despedidos de Pdvsa en el año 2003» recordemos que esos compatriotas, ABANDONARON sus puestos de trabajo y dejaron inutilizadas las instalaciones del complejo refinador de Paraguana en un acto de sabotaje y terrorismo.
Las irracionales acciones del oposicionisno venezolano, son una razón más para gritarles: !NO VOLVERAN! y no deben volver pues están castrados moral, ética y humanamente para gobernar este País e hipotecaron la razón y el sano juicio a la miseria, solo por acceder al poder de cualquier forma.
No son los tiempos de los sifrinos jugando a la política, es el tiempo de los grandes y humildes estadistas.
Toda nuestra solidaridad con los estados Sucre y Falcón.
Diputado José Avila
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Programa de la Patria